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Vino in Villa 2011 se cerró con sabor a vinos preciados y conversaciones entre los expertos y el público, en las cuales los primeros ofrecieron a personas y empresas unas sugerencias para superar la modestia en presentar los productos de excelencia que representan al Véneto en el mundo.
Este es el escenario global de los mercados, con vista privilegiada a las colinas desde el Castillo de San Salvatore, iluminado por días de sol que dejaron en los numerosos participantes, enólogos, periodistas especializados y empresarios el sabor de una tierra que enlaza el producto con su carácter de “hecho a mano” y por las personas. La cuna del Prosecco son las colinas, y las peculiaridades de los dos se entrelazan para generar un vino que se vende en todo el mundo para llegar a las mesas de todo el mundo.
El presidente de Astra Ricerche, Enrico Finzi, expuso su idea de acercarse a los mercados globales de manera nueva, es decir, algo más que hacer masa crítica o enredarse:
«Cada excelencia, ya sea la moda, el arte o la gastronomía, tendría que ser embajadora de su propio sector en el extranjero, y llevar consigo las excelencias de los demás sectores que confieren a Italia su belleza y singularidad, como joyas en el mundo».
Cuando le preguntaron a Giorgio Nason de Nason Moretti cómo se imagina la copa de vino perfecta para el Prosecco, él la describió muy simple, que casi desaparece para poner de relieve el producto central: el Prosecco.
Dijo que se dedicaría al pie de la copa y lo haría más característico para que no se olvide fácilmente.
Quizá sea ésta, la nueva idea de exportación para el futuro.
Artículo original por Silvia Trevisan
Traducción al español por trevisobellunosystem.com m.b.